No hay manera de como describir la sensación de manejar bicicleta. Supongo yo que cada persona tendría una explicación distinta. La sensación de libertad, del viento en el rostro, de casi ingravidad (casi he dicho), el poder ir a donde queramos a la hora que sea no importa si el camino es dificultoso. Pero lo mejor de todo es lo relajante que puede ser.
Y si a eso le sumamos que colaboramos en no contaminar el planeta se puede decir que el montar bicicleta mas que un derecho, es una obligación (aunque sea una vez a la semana).
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